
Los mejores alojamientos
Los lodges no son sólo lugares donde dormir: son el punto de encuentro entre el WiFi y la naturaleza. Ya sea en la sabana africana, bajo una frondosa copa de árboles en Sudamérica o tomando algo caliente cerca de los Alpes (sí, esos presumidos nevados), un lodge te permite estar en la naturaleza sin renunciar a duchas calientes y almohadas que no crujen. Es el punto ideal en el que la aventura se da la mano con el descanso.
Algunos reservan alojamiento porque lo han leído en un blog. Otros simplemente necesitan un descanso de los semáforos, las bandejas de entrada y las sillas con ruedas. En cualquier caso, los alojamientos tienden a sorprenderte: en un momento estás registrándote y lo siguiente que sabes es que estás tomando un té mientras un mono te mira desde una rama que no te pertenece.
- Las familias entran a trompicones, a menudo con calcetines desparejados y migas de bocadillo cayendo de los bolsillos. Los lodges tienen cosas para ellos: paseos por los árboles, alguien con un mapa que de algún modo conoce el apodo de cada pájaro y lugares donde sentarse y no hacer nada juntos.
- ¿Parejas? Bueno, no es la Torre Eiffel, pero los alojamientos susurran en lugar de gritar. Nadie te pregunta por qué llevas media hora mirando una roca.
Pero ser pareja no significa que no puedas enamorarte de un hotel boutique. - Alos que viajan solos les encantan. Probablemente porque es uno de los pocos lugares donde alguien puede preguntar: "¿De dónde es usted?
Donde la aventura se une a la comodidad: los lodges
Encontrará lodges donde las carreteras se cansan y se detienen. Un día te estás lavando los dientes y al siguiente estás en un safari viendo a una cebra rascarse la nariz. Montañas, selva, costas: los lodges se quedan ahí, esperando. Sin prisas. Saben que vendrás.
Elige un alojamiento y el paisaje... te vuelve a elegir. No es una frase de marketing, le pasó una vez a Jeroen de Utrecht. Vino 3 días, se quedó 2 semanas, compró calcetines a un tipo que vivía en una tienda de campaña. Una larga historia.
5 Razones para alojarse en un albergue
- La naturaleza no marca la hora
A los pájaros no les importa que sean las 5:43 a.m. Empiezan a gritar de todos modos. Los lodges suelen estar en lugares donde tu alarma es sustituida por ranas, viento o una cabra sin sentido de los límites. ¿Viaje y naturaleza? Comprobado. - Días a medida
Un albergue puede ofrecer excursiones guiadas en las que el guía sabe de algún modo cuándo va a llover. Otro te envía a un bosque con una cesta y te dice: "Sólo tienes que seguir la cuerda roja". No es lo mismo en todas partes. De eso se trata. - Hacer el bien sin esforzarse demasiado
Muchos alojamientos juegan limpio con el planeta. Paneles solares. Mermelada local. Personal que vive cerca y te dice dónde no pisar. La sostenibilidad en los viajes es real, aunque el champú venga en un coco. - Camas blandas, lugares de difícil acceso
Es una extraña combinación: a kilómetros de cualquier ciudad y, sin embargo, de alguna manera, sigues teniendo una comida caliente y una manta que huele a cuentos. Los alojamientos en lodges suelen ser de esos en los que te despiertas preguntándote si lo has soñado todo. - La aventura te encuentra a ti
No hace falta perseguirla. A veces simplemente está ahí. Un arrecife que no sabías que existía. Una cresta del Himalaya que nadie en Instagram ha geoetiquetado todavía. Un safari en el que el elefante bloquea la carretera durante un rato y todo el mundo se limita a esperar. Momentos de viaje que no puedes planear... y no deberías.
Alojamientos únicos en todo el mundo
¿Por qué un albergue?

Los lodges ofrecen una experiencia de viaje única, que combina la inmersión en la naturaleza con las comodidades de los servicios modernos. Enclavados en el corazón de una reserva natural, encaramados en la ladera de una montaña o rodeados de densos bosques tropicales, los lodges ofrecen el equilibrio perfecto entre aventura y relajación.