
Limburgo, Bélgica
Hay quienes van a Limburgo por la paz y la tranquilidad, y otros que sólo dejan de pedalear cuando su bicicleta chirría como un armario viejo. En cualquiera de los dos casos: buena elección. Porque Limburgo no sólo tiene asfalto, tiene experiencia sobre dos ruedas. ¿Y encontrar una habitación donde dejar rodar las piernas? También funciona muy bien.
Los mejores hoteles de Limburgo para ciclistas y buscadores de descanso
Limburgo invierte en rutas ciclistas como un chef en su cuchillo. Piense: ciclismo por el agua en Bokrijk, pedalear por el agua entre las Terhills, pedalear entre los árboles del Parque Nacional de Bosland, o un paseo por el Mosa en el que olvidas por un momento que Bélgica es mayoritariamente llana. Entre medias, pasarás por lugares como el pueblo de Maasmechelen (para los que de repente necesitan zapatos urgentemente después de 60 km) y Hasseltdonde el sabor empieza con ginebra y acaba con paté de ardilla (¿o era jabalí?).
En Genk se pedalea desde el Parque Nacional de Hoge Kempen hasta el patrimonio industrial de la mina C. A su vez, la región en flor que rodea Borgloon y Sint-Truiden atrae a los adeptos a la primavera que piensan que los huertos fragantes son también una especie de bienestar. Spoiler: lo son. Pase la noche en Limburgo en B&B donde su bicicleta es más bienvenida que usted, o en hoteles que realmente entienden que unas vacaciones en bicicleta no tienen por qué ser un viaje de camping.
¿Los mejores hoteles de Limburgo? No están junto a la autopista, sino justo donde se abrazan los cruces ciclistas. Para los que quieren ir más despacio sin quedarse parados.